La toxina Botulínica tiene un efecto de relajación sobre los músculos, haciendo que se puedan mejorar las arrugas que empiezan a aparecer alrededor de los ojos, en la frente o entrecejo cuando sonreímos o gesticulamos. También es posible elevar las cejas, adelgazar la parte inferior de la cara, mejorar las líneas del cuello o tratar la sudoración excesiva.
A la hora de empezar a usarlo es más importante evaluar la fuerza de los musculos que están generando líneas o arrugas que la edad de la persona. Se puede empezar a aplicar incluso desde los 18 o 20 años.
A las 2 semanas después de la inyección se observa un efecto completo y a las 4 semanas es el pico máximo. Entre las 4 a 8 semanas se mantiene el resultado y a las 8 semanas empieza a reducirse gradualmente el efecto, que en general dura de 3 a 4 meses.